La inversión en activos inmobiliarios es una de las formas más populares de inversión a largo plazo. Es una adquisición tangible y de menor riesgo, que suele generar una gran rentabilidad a medida que pasan los años.
Pero, ¿qué son exactamente y cómo funciona su inversión? En este artículo, analizaremos los conceptos básicos de los activos inmobiliarios y cómo puede obtener los que más se adapten a su objetivo.
Los activos inmobiliarios son una categoría de activos que incluyen la tierra, las construcciones en ella y los derechos de propiedad sobre ambas.
Tipos de activos comerciales
Las propiedades comerciales corresponden a oficinas, centros comerciales, bodegas, hoteles y centros logísticos.
Comerciales:
- Oficinas: lugares comerciales diseñados para acoger empresas u organizaciones. Las oficinas suelen estar ubicadas en áreas urbanas y pueden estar situadas en edificios de oficinas independientes o en torres de oficinas dentro de complejos más grandes, también conocidos como centros empresariales.
- Centros comerciales: cuentan con espacios comerciales para recibir negocios minoristas, plazoletas de comida, oficinas, etc. Por lo general están localizados en zonas urbanas.
- Bodegas: extensiones del negocio diseñado para el almacenamiento y la distribución de mercancías. Las bodegas tienden a estar ubicadas en áreas urbanas o suburbanas o en complejos más grandes.
- Hoteles: sitios turísticos pensados para recibir huéspedes durante sus viajes. Los hoteles suelen encontrarse en áreas urbanas o comerciales y pueden estar situados en edificios independientes o en complejos más grandes.
Características de los activos inmobiliarios
- Escasez: la tierra es un recurso limitado que no se puede producir lo cual hace que sea una inversión sólida, exclusiva y segura.
- Durabilidad: las construcciones en la tierra son perdurables, de hecho, suelen durar más de 50 años si se mantienen adecuadamente. Es por esto que los activos inmobiliarios son una excelente inversión a largo plazo.
- Ubicación: el lugar donde está una propiedad es un factor importante que cambia el valor de la propiedad. Los activos inmobiliarios ubicados en áreas urbanas o turísticas suelen tener un valor más alto que las propiedades ubicadas en áreas rurales.
¿Cómo se genera la rentabilidad en los activos inmobiliarios?
La rentabilidad en los activos inmobiliarios se obtiene de dos maneras principales: a través de la valorización del lugar y los ingresos por alquiler del espacio.
La valorización es el aumento del precio de la propiedad con el tiempo. Esto puede ocurrir debido a varios factores, como la mejora de la economía, el cambio de la demanda o la ubicación de la propiedad. La apreciación puede generar una rentabilidad a largo plazo para los inversionistas.
Los ingresos por alquiler del espacio es la utilidad final que gana el inversionista por el alquiler mensual, anual o por otro período de tiempo determinado del activo menos los costos asociados a la operación del activo en el que se invirtió.
¿Qué hace un gestor profesional de activos inmobiliarios?
Este gestor, también conocido como asset manager, se dedica a la administración profesional de un fondo de inversión inmobiliaria. Además, es un experto que cuenta con experiencia nacional e internacional y hace parte de una compañía estructurada. Como resultado, logra ayudar a los clientes a encontrar y gestionar las mejores inversiones inmobiliarias.
Alternativas de inversión en activos inmobiliarios
Hay muchas formas en que los inversionistas pueden tener activos inmobiliarios, algunas de las opciones más importantes son las siguientes:
- Invertir en un fondo de inversión: depositar el dinero en un fondo de inversión inmobiliario ayuda a ser propietario de un activo tangible, sin tener que comprar una propiedad individual. Además, los inversionistas pueden contar con la experiencia de un experto.
- Invertir en REITs: los REITs son alternativas de inversión que pueden o no cotizar en bolsa. Los REITs ayudan a los inversionistas a obtener exposición a los activos inmobiliarios sin tener que comprar una propiedad individual, con el valor adicional de tener un administrador profesional experto al servicio del inversionista.